La Conferencia Internacional del Trabajo en su 86ª sesión de 1998, adoptó una Declaración relativa a los principios y derechos fundamentales del trabajo, para reforzar el respeto de los derechos de los trabajadores y trabajadoras y contribuir a reducir los efectos negativos de la mundialización.
Los ocho principales convenios laborales que recoge esta declaración son:
Estos Convenios fueron seleccionados debido a su aptitud para garantizar los derechos de los seres humanos en el trabajo, con independencia del nivel de desarrollo de los Estados Miembros. Y reconocen derechos cuya efectividad es una condición previa para el desarrollo de los demás derechos.
La importancia sustancial de esta Declaración reside en que estos convenios fundamentales no necesitan, como los demás, ser ratificados por los estados nacionales para pasar a ser vinculantes (para constituir una obligación jurídica) sino que todo estado por el hecho de pertenecer a la OIT debe cumplirlos, independientemente del nivel de desarrollo de cada Estado Miembro.
La OIT elabora todos los años un Informe Global que proporciona una visión objetiva de las tendencias globales respecto a cuestiones relacionadas con la Declaración y subraya los ámbitos que requieren más atención.
El informe se presenta a la Conferencia Internacional del Trabajo y versa cada año sobre una de las cuatro categorías que componen los principios fundamentales. Para elaborarlo, la Oficina tiene en cuenta: